LAS mICROBIOTAS
La microbiota humana corresponde al conjunto de microorganismos que han colonizado su cuerpo y con los que cohabita: principalmente bacterias, pero también virus, hongos, levaduras y protozoos. Su composición difiere según las superficies colonizadas: distinguimos la microbiota cutánea, la microbiota vaginal, la microbiota urinaria, la microbiota respiratoria, microbiota ocular, la microbiota ORL y la microbiota intestinal, que anteriormente se denominaba flora intestinal y es la más importante con diferencia con sus 100 billones de gérmenes.
MICROBIOTAS DESEQUILIBRADAS Y TRASTORNOS DERIVADOS
El cuerpo humano alberga en sus diferentes partes (intestino, piel, vagina…) grupos de microorganismos vivos –bacterias, hongos, virus, arqueas etc.– llamados microbiotas que, cuando se encuentran en equilibrio nos ayudan a mantener una buena salud. Pero cuando este equilibrio se rompe (hablamos entonces de “disbiosis”), pueden asociarse a diferentes tipos de trastornos según la localización de la microbiota afectada. Por ejemplo, la gastroenteritis, la enfermedad de Crohn, algunos cánceres gastrointestinales, pero también la depresión, la diabetes, el cáncer, obesidad, algunas alergias o incluso enfermedades de la piel como el eccema, podrían estar asociados a desequilibrios de las microbiotas. ¡Exploremos pues la relación entre la microbiota y la salud!
ENFOQUE EN LA DISBIOSIS
La composición de una microbiota se caracteriza por su diversidad (número de especies diferentes presentes en un individuo) y su riqueza (número total de microorganismos presentes). Cuando esta composición se ve alterada (modificación de uno u otro de estos dos factores), el equilibrio se rompe y surge una disbiosis, la cual puede estar asociada con distintas enfermedades sin que sepamos aún de manera concreta si se trata de una causa o consecuencia de ellas. Entonces, ¿qué fue antes, el huevo o la gallina ? La ciencia aún no ha podido responder a esta pregunta.
factores
MI MICROBIOTA
ESTÁ
DESEQUILIBRADA
MEDICAMENTOS
Toma de medicamentos
(antibióticos...) sin prescripción médica
ALCOHOL
Consumo de alcohol
y de tabaco
ESTRÉS
Estrés
INFECCIONES
Infecciones
bacterianas, virales
o parasitarias
ALIMENTACIÓN
Cambio brusco
del entorno
y de la dieta
trastornos
Ansiedad
Es una patología compartida por muchas personas. Algunos trastornos de ansiedad pueden estar relacionados con la actividad de la microbiota intestinal en la regulación de las hormonas del estrés. La detección del papel jugado por la microbiota en los trastornos de ansiedad deja entrever nuevas pistas para su tratamiento.
Aterosclerosis
La aterosclerosis se caracteriza por una acumulación de cuerpos grasos en la pared de las arterias, que puede provocar desde un simple estrechamiento hasta la obstrucción total de los vasos sanguíneos. Las nuevas vías de prevención proyectan centrarse en la alimentación y la flora intestinal.
EII
Las enfermedades inflamatorias del intestino (EII) agrupan la enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa. Estas enfermedades no tienen ninguna incidencia en la esperanza de vida pero alteran la calidad de vida de manera significativa. Existen planes de tratamiento cuyo objetivo es enfocarse en la microbiota.
ACTUAR SOBRE LA DISBIOSIS
¡Buenas noticias! Cuando se tambalea el equilibrio de una microbiota, es posible restaurarlo actuando sobre su composición (riqueza, diversidad). Es lo que conocemos como “modulación”. Concretamente, podemos actuar de varias formas:
Adoptando una dieta equilibrada: pobre en grasas y azúcares, rica en fibra y alimentos como la alcachofa, el ajo, la cebolla (fuente de prebióticos), así como el consumo de fermentos que son fuente de probióticos.
Mediante la ingesta de:
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probióticos
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prebióticos
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simbióticos (combinación de los anteriores)
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alimentación
Según la OMS, «los probióticos son microorganismos vivos que, si se administran en cantidad suficiente, tienen efectos beneficiosos para la salud». Están presentes de forma natural en ciertos alimentos y también existen en forma de medicamentos y complementos alimentarios. Su función es contribuir a mimar nuestras microbiotas o a corregir su desequilibrio (disbiosis), con toda seguridad.
Los prebióticos son fibras no digeribles del régimen alimentario que estimulan de forma selectiva, en el nivel del colon, el crecimiento de las bacterias benéficas de la microbiota del huésped como las bifidobacterias y los lactobacilos. En pocas palabras los prebiótico son el alimento de los probióticos.
Los simbióticos son productos que contienen a la vez prebióticos y probióticos, y cuyo objetivo es restaurar y/o mantener la buena salud de la microbiota intestinal.
Del mismo modo en que nuestra microbiota intestinal está determinada por los genes y por el ambiente en el que vivimos, también está modulada por nuestra alimentación. La diversidad y la calidad de nuestro bolo alimenticio influyen en el equilibrio de la microbiota intestinal… y, sin duda, también contribuye al estado de nuestra salud.
La microbiota intestinal se desarrolla de manera progresiva desde el nacimiento. Varios elementos influirán en su composición, en particular la naturaleza de la leche que consuma el recién nacido. Los bebés amamantados con leche materna presentan una flora microbiana diferente a la de los bebés alimentados con biberón; y, aunque los especialistas prefieren la lecha materna, las leches infantiles, enriquecidas con prebióticos y probióticos, presentan cualidades nutricionales particularmente interesantes para el ecosistema de la microbiota intestinal.